1. Identifica
el centro de interés
Cada
fotografía tiene (o debería tener) un centro de interés. ¿De qué es la foto?
¿Es una fotografía de tu novia? ¿Es una fotografía de las pirámides de Egipto?Debería
ser obvio para cualquiera que mire una fotografía saber de qué es la foto. Es
lo que se denomina el centro de interés.
Aunque se denomine centro, el centro de interés no
tiene que ser necesariamente el objeto que esté en en el centro de la foto ni
ser el objeto que ocupa la mayor parte de la imagen.
Es la primera regla de una buena composición, ya
que es la más importante. Simplemente decide antes de disparar el motivo
sobre el que quieres tomar la fotografía. Todo lo que hay que hacer a partir de
ahí es enfocar el elemento sobre el que queremos centrar el interés.
2. Rellena el
encuadre
Esta regla puede parecer bastante obvia, pero lo
cierto es que muchas veces fallamos al aplicarla. Si queremos contar algo en
una foto, ocupemos la mayor parte con ese "algo",
asegurándonos que se convierte de este modo en el centro de atención. Además,
de este modo eliminamos posibles elementos que resten atención.
Es un fallo demasiado común el querer sacar
demasiadas cosas en una única foto. Al final, lo que conseguimos es que no
quede demasiado claro qué es lo que queríamos enseñar. Ante la duda de si algo debe
salir o no en la foto, quitalo.
3. Apóyate en
las líneas
Las líneas son un elemento de importancia vital en las artes visuales.
Las líneas nos aportan formas y contornos. Con las líneas dirigimos
la mirada del espectador de una parte de la foto a otra.
Cuando vayas avanzando en el mundo de la fotografía
podrás comprobar cómo las líneas son uno de los elementos más eficaces a la
hora de dirigir la mirada de quien contempla nuestras fotos hacia donde
queremos que mire. Las lineas horizontales , verticales y
diagonales son elementos compositivos que aportan significado a las imágenes.
Un tipo especial de líneas son las lineas convergentes. Son las líneas
paralelas que, por el efecto de la distancia, acaban convergiendo en un mismo
punto.
4. Trabaja el
flujo
Después de las líneas, podemos tratar el flujo. El
flujo es el modo en el que la mirada del espectador se desplaza de una
parte de la fotografía a otra. Una manera de definir el flujo de una fotografía
es mediante el uso de líneas. Pueden ser horizontales, verticales, diagonales,
convergentes o divergentes. A veces el flujo creado por las líneas es nítido y
claro, como los laterales de un edificio que convergen hacia el cielo), o
pueden ser menos obvias. Sin embargo, la mirada del espectador debería ser
capaz de recorrer los elementos de una parte a otra de la imagen.
El flujo crea la ilusión de movimiento (o
ausencia de movimiento si se desea). Las líneas diagonales se consideran
generalmente más "dinámicas", mientras que las líneas horizontales y
verticales se consideran más "estáticas". Un equilibrio cuidadoso de
elementos estáticos y dinámicos dará un sentido global de movimiento a tus
fotografías.
5. Juega con
la dirección
La dirección es similar al flujo. También crea la ilusión de movimiento. Si
hay algo en la fotografía que parezca estar en movimiento, tiene una dirección
en la que se mueve.
Un ejemplo de esto son las luces de peatones de un
semáforo. Cuando está en rojo para los peatones, la figura representa un peatón
inmóvil, con las piernas juntas y los brazos bajados. Visualmente, no tiene
ninguna apariencia de estar en movimiento. Sin embargo, la figura del peatón en
verde que permite cruzar tiene una dirección en la cual se está moviendo. La
dirección en fotografía se puede cerar de muchas maneras. Una figura a punto de
cruzar una calle puede transmitir movimiento aunque la veamos estática y no se
muevan sus brazos y sus pies, porque podemos imaginarla un segundo después
cruzando la calle. Del mismo modo, un coche que aparece cortado en el lado
izquierdo de una fotografía en la que solo se ve su parte delantera, podemos
imaginarlo un segundo después al lado derecho de la foto.
6. Los
elementos repetidos
La
repetición de algún elemento (unos globos, unos pájaros), dan un sentido de relación
de distintas partes de una imagen.
Por ejemplo, una bandada de pájaros pueden estar
moviendose en grupo por el aire, definiendo formas interesantes en el cielo y
añadiendo información sobre la dirección de la fotografía.
En algunas ocasiones puede aportar factores
psicológicos, como el sentido de la unión y el compañerismo.
7. Los
colores siempre dicen algo
Existen dos tipos de colores, los cálidos y
los fríos.
Los rojos, naranjas y amarillos forman parte de la
gama de colores cálidos.
Existen muchos elementos psicológicos ligados
a los colores. Por poner un ejemplo, los azules se consideran colores
tranquilos, mientras que lo rojos son más temperamentales. Existe mucha
literatura al respecto de la psicología del color, por lo simplemente
resumiremos que el color tiene una importancia determinante en la
composición.
En materia de colores hay que prestar atención
también al contraste. El contraste se define como la diferencia de
luminosidad entre las partes más claras y más oscuras de nuesta foto.
8. El interés
de los grupos de tres
Parece existir una percepción especial de los números impares en fotografia,
y en especial de los grupos de tres elementos.
Un único elemento puede transmitir soledad o
aislamiento, con dos elementos una foto puede quedar demasiado bien equilibrada
y estática, y cuatro elementos pueden resultar demasiados para distribuir.
Por algún motivo que no se explicar, a las personas
nos gusta el número 3. En fotografía suele funcionar la agrupación de tres
elementos como centro de interés.
9. La regla
de los tercios
Ya escribimos un artículo que explicaba la regla de los tercios con más
detalle. Si nos fijamos en obras de arte en cualquier museo, podremos comprobar
que si dividimos un cuadro en cuadrículas de igual tamaño de 3x3, las cuatro
intersecciones de las cuadrículas dentro del cuadro marcan los puntos de
interés.
Trazando esta cuadrícula imaginaria sobre la
mayoría de las obras nos daremos cuenta de que elementos fundamentales del
cuadro recaen sobre esas intersecciones: ventanas y puertas, ojos, líneas de
horizonte, picos de montañas, ... Está comprobado que llevando nuestro punto de
interés a uno de esos cuatro puntos conseguimos una imagen mucho más
interesante.
En este sentido, reseñar que existen cámaras que
permiten visualizar en su LCD una rejilla (grid en inglés) para trabajar con los tercios, por lo que
os animo a que reviseis el manual de vuestra cámara si considerais que os puede
ayudar a la hora de mejorar la composición.
10. El
espacio negativo
Se considera espacio negativo los grandes
espacios vacíos, normalmente en blanco o negro, dentro de una fotografía,
normalmente a un lado.
El alejamiento del elemento central de la imagen,
rellenando el resto de la foto de un espacio vacío nos permite transmitir una
información adicional desoledad, aislamiento o calma a la imagen.
Aunque no es un recurso que vayamos a utilizar
habitualmente, no está de más conocerlo. Está enfrentada a la regla de
composición consistente en rellenar el encuadre comentada más arriba en este
mismo artículo.
11.
Trabajando las tres dimensiones: frente y fondo
El
contenido del frente y del fondo de una foto es importante. Tanto en el fondo
como en el frente tienen aplicación otros elementos compositivos como los
colores o las líneas.
Lo importante en el frente y en el fondo es que no
haya demasiados detalles que puedan distraer la vista del espectador del centro
de interés.
La mejor herramienta con la que contamos para
marcar la diferencia entre el frente y el fondo de nuestras fotos es la profundidad de campo. Gracias a la
apertura del diafragma que utilicemos a la hora de hacer fotografías,
conseguiremos mayor o menor nitidez en el fondo.
12. El
enmarcado natural
Algunos de estos elementos son muy claros, tapando
completamente parte de la foto, como puertas, ventanas o puentes.
Otros actúan de una forma menos clara, simplemente
orientando nuestra vista. Es el caso de las señales de tráfico o las ramas de
los árboles, ...
Cualquier elemento que "encierre" el
centro de interés nos permitirá enmarcar la foto, dirigiendo la atención hacia
el elemento deseado.
13. Las
curvas en S
Las curvas en "S" son un elemento muy recurrente en
fotografía. Está relacionado con la sensualidad. También transmiten moviento y
ayudan a conducir la mirada.
En la vida cotidiana encontramos muchos recursos
que nos permiten aplicar curvas en "S" en nuestras fotografías. Una
carretera, un camino, el curso de un río, ... Son elementos visuales muy
potentes que dan interés a la fotografía.
Cibergrafía
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